martes, 14 de febrero de 2012

LLEGARÁ UN DÍA


Ese humus voraz del vertedero
que se empeña en revolcarnos en su fango
es el vómito de hiel que nos impregna
y nos rebaja al fondo del abismo.

La perversión silente de los necios,
la contumaz mentira de las lenguas
revestidas de retruécanos y oropeles
celebran sobre el ara su alianza,
sus nupcias manchadas de muerte y de dolor.
En una noche sin luna y sin luceros
bailan macabra danza sobre las fosas
de las vísceras pútridas de los vencidos
y exhalan sin piedad su negro aliento
sobre los cuellos sumisos a sus yugos.

Mas llegará un día en que broten amapolas
en los pechos ateridos de los hombres
y habrá besos fecundos de vida
para calmar la sed de sus labios.
Florecerá el grito en las gargantas atrofiadas
en un alborecer de luz transformadora,
que cegará a las tinieblas y a sus hijos,
ante la prístina claridad de su evidencia.

(Del poemario Sangre de nómada)


4 comentarios:

  1. Hola Inma! Es siempre un placer leerte. Sabia amiga. Es un regalo tener un blog tuyo para poder disfrutar de tu escritura. A Favoritos va ahora mismo.

    Un beso.

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    1. Gracias, María. Ya sabes que era algo que me rondaba por la cabeza desde que aquella tarde inolvidable en tu instituto. Espero no decepcionar.
      Un abrazo.

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  2. Muchas gracias, Maria José, y este comentario viniendo de una gran poeta como tú tiene para mí mucho valor.

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