Dicen los que los conocían que Juan Ramón, antes de haberla visto, se enamoró de ella por su risa. Y no es extraño pues la risa de una joven como Zenobia sin duda era como un manantial fresco y bullicioso. Por eso a esa risa quise dedicar el poema que los amigos Ana Patricia Santaella y Xabier Susperregi me solicitaron para esa hermosa antología digital que a ambos han dedicado en este 2014 en que Platero cumple cien años.
Y hoy, a pocas horas de marcharme a Córdoba para participar en el ciclo "Moliendo Versos" que celebrará la memoria del poeta de Moguer junto a la de otro andaluz universal, Antonio Machado, quiero dejaros en esta entrada el enlace para que podáis disfrutar de la obra Zenobia Camprubí-Juan Ramón Jiménez así como mi aportación en forma de poema.
A la risa de
Zenobia
Azul
es el nombre de
tu risa,
tu risa azul de
eternidades
en el fondo del
aire,
limpia cascada.
Azul
el nombre
revelado,
el nombre exacto
que susurró la inteligencia
al corazón
herido.
Azul
sobre los dioses
menores,
bajo la luna
nueva
y en el vuelo de
pájaros perdidos
sobre la musa
desnuda.
Azul
para abarcar un
universo.