sábado, 17 de noviembre de 2012

HOY TODOS SOMOS GAZA



Sí, todos somos Gaza. Así reza en diversas lenguas una imagen que me ha llegado en una red social y que inmediatamente he compartido con el mismo texto en latín: omnes sumus Gaza, porque pienso que ningún ser humano con un poco de entrañas puede sentirse ajeno al drama que de manera continuada viven los habitantes de la Franja, y menos cuando hombres y mujeres, niños y ancianos, son bombardeados indiscriminadamente.

Hace ya algún tiempo que escribí este poema como repulsa a la situación de bloqueo y violencia que los habitantes de esa región palestina padecen, y mientras lo hacía, no podía menos que desear que pronto fuera un simple testimonio de un pasado felizmente superado.
 
Pero no ha sido así y, a la insostenible situación de carencia de los más elementales derechos y de bloqueo que sufren día a día los palestinos de estos territorios desde el pasado miércoles se une una vez más el horror de los bombardeos, ese cielo que se vuelve negro de muerte y de horror.

Por eso, hoy yo también soy palestina, yo también soy tan "terrorista" como los ocho niños muertos, como las mujeres y ancianos heridos, como la población civil años expropiada de sus derechos y de su ser.


Yo también soy una amenaza,
yo también soy terrorista,
porque disparo mis versos
entretejidos de anhelos
y no callo ante la bota
que aplasta el clamor de un pueblo.

Yo también soy subversiva,
yo también soy guerrillera
mientras misiles preparo
de pan, leche, miel y almendras
pero no arrasan el hambre,
que la infamia los bloquea.

Terrorista, como la piedra
arrojada por infantiles manos
cuando las aristas de la estrella
se convierten en puñales
para lacerar la tierna e inocente carne de los niños,
subversiva como la mujer sin techo
que en un vaso de agua
ofrece la dignidad de sus gente,
como el grito de esos olivos
huérfanos de vareo tras la alambrada
o el lamento de la viña
que agostada sólo sabe dar agraces.

Presto mi voz al silencio
de esos ojos adolescentes, pozos negros,
relampagueantes de dolor e ira,
estrofas como ráfagas brotadas de mi pluma
apuntan a la aleve desidia de occidente.

Yo también soy terrorista,
Por eso, ¡rápido arrestadme!