lunes, 22 de septiembre de 2014

OTOÑALES



Tarde de otoño,
cálido declinar
entre violetas.
(de La levedad del instante)


Resbala dorado el tiempo
por las azoteas grises del olvido,
llueven atardeceres de violeta
y el viento transmuta en marchitas mariposas
los despojos macilentos del estío.

Envolverme en las brumas de la tarde
empapada en rocío de humedades oscuras
sentir bajo mis pies el humus del la tierra
en amarillos ocres de ritmo acompasado
con olor a castaña y a poma madurada.

Quiero ser uva en lagar umbrío,
destilar mi mosto para embriagar el  aire, 
sentir la juventud del vino en mis arterias,
su bullicio de espuma en bota madre
decantado en lenta y amorosa solera.

                  Tiempo de sazón,
                               saudades vespertinas.

2 comentarios:

  1. ¡Es precioso, Inma! Se puede tocar el otoño con los dedos, y saborearlo en la boca como un buen vino... Delicado y muy evocador. Muy bonito.

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  2. Cálido presentimiento de un otoño que nos besa los ojos y nos obliga a entornarlos cegados por tanta luz estival. Precioso poema.

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