domingo, 23 de marzo de 2014

EN EL BICENTENARIO DE GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA

Hoy, 23 de marzo de 2014 se cumplen doscientos años del nacimiento en Puerto Príncipe (actual Camagüey) de una mujer excepcional, adelantada a su tiempo, gran escritora y poeta con una apasionante vida digna de la época romántica que le tocó vivir: Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Durante todo el fin de semana, la Asociación Cultural y Literaria "La Avellaneda" ha celebrado una serie de actos que han culminado esta mañana con el homenaje de los poetas ante su tumba en el Cementerio de San Fernando de Sevilla.

Ha sido un acto hermoso y entrañable en el que los versos se han unido a la música y el recuerdo a la vida y a la celebración. 

Como mi particular homenaje a la Divina Tula, aquí os dejo este poema que este bello mediodía le dediqué junto a un buen ramillete de poetas congregados alrededor del aura de su figura y que están recogidos en la antología prologada por Edith Checa, presidenta de la Asociación "La Avellaneda", que ha sido editada con motivo de este Bicentenario.


SILVAS A TULA 

I

El alma en ti serena
quimera gris del viento y del olvido.
Cruzar mares de sombras
náufrago el corazón,
sucumbido entre espumas y mareas
en las ardientes líneas
de versos que así estallan
en fuego mortal, yacente luna
de tenue anochecida
sobre la nostalgia de los amantes.
  

II

Sit tibi terra levis
sobre el fuego yaciente de tus huesos.
Que la mar que te trajo
envuelva tu memoria
de algas salobres en blanca alborada
y los vientos alados
acompañen tu voz al infinito
mecida en suave danza
sobre el verde océano de unos versos.
Abrácete la luz,
cólmese ya tu anhelo de esperanza.
Vuela, Tula, vuela alto,
Agarra el sol prendido de tus dedos.



sábado, 8 de marzo de 2014

SOMOS BRUJAS


Un calificativo que siempre me gustó fue el de bruja. Sí, bruja, ¿de qué os asombráis? Quien piense que con esa palabra me insulta va dado. Creo que a las mujeres mucho mejor nos va siendo brujas que princesas encantadas despertadas de la siesta por un desconocido que, sin pedirles permiso, se adentra en su intimidad con un beso; o jovencitas incautas de sangre real sirviendo a siete hombrecitos, niños eternos, que no saben ni hacerse un bocadillo; o pobres sirvientas elevadas a la categoría de altezas por su obediencia al horario que, como no son ya de por sí incómodos los tacones, para colmo van calzadas con zapatos de cristal.

La bruja es la mujer libre, la que no se doblega y conoce tanto la naturaleza como su naturaleza, la sabia que ha descubierto el secreto de buen vivir, la alegre, la gozosa, la plena…, y por eso la peligrosa, la que había que constreñir, a la que había que cargar con leyendas negras, difamada y calumniada. Lilith, la diablesa, Thiamat, útero que engulle, Aisha Khandisha, terrible seductora comeniños.

Por eso, porque somos brujas, subidas en nuestras escobas para recorrer el cielo de la noche y buscar los arcanos de nuestra existencia; porque somos brujas, con nuestros calderos en los que a fuego lento hierven cocimientos de salud y vida; porque somos brujas, con nuestros gatos negros, rubios o tricolores, fieles amigos libres que entienden nuestra libertad; porque somos brujas, con nuestros ensalmos y conjuros al amor y a la alegría; porque somos brujas, somos mujeres fuertes, poderosas, libérrimas, sin miedo… Somos diosas para dominar a nuestro albedrío fecundidades, y también humanas, para rompernos y cansarnos, para decir estoy hasta el mismísimo y hasta aquí he llegado, para pedir tu hombro para llorar y tu oreja para escuchar.
 
Y es que la bruja no es una superhembra siempre bella a la manera de los cánones establecidos, sin una arruga ni en la ropa ni en la piel; ni una máquina infalible que prima eficiente la productividad; pero tampoco una esposa abnegada dispuesta siempre ya sea en la cocina o en la cama; o la paridora sin más horizonte que la teta y el parque… La bruja se sabe hermosa en su imperfección, profesional, pero siempre  humana mirando lo humano, compañera de vida y, llegado el caso, madre amorosa de sus cachorros a los que enseña desde la cuna el camino de la libertad.  

Por eso hoy, amigas mías, mujeres fuertes y libres, quiero dedicaros esta entrada, a las que me habéis precedido y servido de referente, a las que hacéis conmigo este camino y tantas veces me servís de apoyo, y a las que venís detrás: a ti mi ya no tan pequeña Salua, a mis sobrinas Macarena y Carmen, a mi ahijada, Selene,  a las hijas de mis amigas y amigos, en especial a dos lindas brujitas llamadas Ángela y Esperanza, y a todas las niñas y adolescentes que sois la cantera de nuestro futuro, porque deseo que nos sintamos cómplices, enredadas, unidas, pues, aunque mucho hemos andado, mucho queda por recorrer y esa travesía sólo podemos hacerla juntas.


FELIZ Y REIVINDICATIVO 8 DE MARZO